La industria
Hubo un tiempo en el que la provincia tenía la economía bien
diversificada. A la fructífera huerta de la Vega Baja y al incipiente turismo
de las zonas litorales de las Marinas se sumaba una industria potente repartida
entre el Valle de Vinalopó (Elche, Elda, Petrer, Villena), l’Alcoià (Alcoi,
Ibi, Onil) y otros focos reseñables como la producción turronera de Xixona. La
ciudad de Alicante también disponía de fábricas donde muchos trabajadores
desarrollaron su vida y ayudaron a que la urbe creciera de forma considerable.
Más aún, casos como el de Tabacalera permitieron a la mujer alicantina
(entiéndase por alicantina a trabajadoras que provenían también de los
municipios colindante) adquirir unos
medios económicos suficientes para comenzar su largo camino hacia la
emancipación en una sociedad entonces, y todavía hoy, machista.
De esa imagen de no hace muchas décadas, y tras el cierre y
la deslocalización de unas y otras empresas, nos resta la fábrica del metal, la
fábrica del aluminio, Endasa, Inespal, Alcoa o Aludium. Como ustedes quieran
llamar a esta última gran empresa que ha resistido de forma numantina frente al
mar. Ni el urbanismo feroz que Alicante cobijó y que ansió los terrenos que
ocupa frente al Mediterráneo pudo con ella y con los trabajadores que pese a
sufrir varios ERES temporales mantienen
encendida la luz de esta fábrica año tras año.
Es por eso que creo que la firma del convenio entre el
Comité de empresa, liderado por Marcelino Hernández y la sección sindical de
CC.OO, que obtuvo apoyo del 95% entre la
plantilla, y Aludium, fondo de inversión de Atlas Holding, merece ser
destacado.
Un convenio que permite a los trabajadores recuperar, tras varios
años de congelación salarial, poder adquisitivo y rejuvenecer la plantilla con
nuevos contratos de relevo. Una buena noticia que se suma a la puesta en
funcionamiento de un nuevo horno de recocido el pasado mes de octubre y a
nuevos frentes de trabajo para esta planta alicantina que sin hacer ruido sigue
funcionando con unos trabajadores unidos que practican una solidaridad entre
ellos que ya le gustaría a muchos de los que van dando lecciones por platós de
televisión. Solidaridad en la lucha y en los peores momentos como fue el de
fallecimiento de Mari Carmen el 19 de octubre de 2015, y que ha convertido a esta
planta en la industria de la ciudad de Alicante.