Un pequeño resumen de donde estamos:
La situación en la que nos vemos inmersos, viene dada por la historia reciente de la fábrica, algo que tendemos a obviar cuando nos ponemos a pensar en el problema y que nos lleva a conclusiones, a mi forma de ver erróneas.
Algún compañero comenta en el taller que por qué tenemos que luchar ahora por los puestos de trabajo cuyo contrato termina en el 2012 y en el 2013, que podemos firmar el acuerdo como está y que ya pelearemos por esto en el Convenio Colectivo. No seré yo quien le quite la gracia a lo de posponer los problemas, es algo que nos gusta a la mayor parte de las personas, pero -insisto- no podemos olvidar de dónde venimos, quienes somos y a donde vamos.
Esta actuación de la empresa y no otra, es lo que nos ha llevado a la precaria situación de nuestra planta.
No han sabido mantener las producciones de finos y las hemos perdido, parando las maquinas.
No han sabido sacarle provecho a la colada continua y la han parado.
No saben hacer rentable la colada vertical, y por lo tanto…
En definitiva han hecho lo único que parece que saben hacer: parar instalaciones, despedir personas y ser cada día una planta más pequeña en un mundo de grandes factorías (en China la mayor parte).
Por lo tanto lo que nos queda a los trabajadores es darles un “toque de atención” a nuestros Directivos, y la forma de hacerlo es ser una piña, estar unidos es la primera de las premisas de la lucha obrera. Y eso es algo que sabemos hacer bien, lo hemos demostrado con creces y lo vamos a volver a hacer.
Y así estamos, con unas serias movilizaciones planteadas a la vuelta de la esquina. Convocadas por todos los miembros del Comité de Empresa como respuesta a las provocaciones de nuestra Dirección, cuya actuación no voy a calificar aquí por obvia. Ya que pretenden que seamos el “patito feo” de la compañía, dándonos un trato discriminatorio con respecto a las otras plantas de Alcoa en España, e incluso con la de Amorebieta. Con la que compartimos hasta sociedad legal (Alcoa Transformación de Productos SL), cosa que no les importa lo más mínimo a la hora de negociar allí y aquí de forma diferente.
Porque no nos engañemos, los trabajadores de Alicante no nos merecemos la amenaza de un expediente de extinción de contratos, después de haber sido capaces de capear la peor parte de la crisis dando lo mejor de todos nosotros, aguantando flexibilidades laborales muy elevadas, congelación de salario, rebaja por IPC, y además soportando una aparente incompetencia y descoordinación de nuestros mandos en este tiempo (digo “aparente”, al igual que se dice presunto de un delincuente confeso sin juzgar).
Así que el futuro cercano está claro, vamos a movilizarnos, vamos a negociar (modelo negociación-presión) y vamos a conseguir sacar adelante nuestras pretensiones que son lógicas, coherentes y muy razonables.