viernes, 7 de abril de 2017

¡ATENCIÓN!

¡Atención!
Desde la federación de Industria de CCOO de l´Alacantí les marines hemos intentado publicar este articulo en prensa y ningún medio ha querido publicarlo por miedo a la multinacional del Pozo, por favor darle la mayor difusión.


Dentro de todos los problemas que nos encontramos con los temas laborales en este país, últimamente el de los trabajadores autónomos que trabajan para una gran empresa, cuando podrían ser trabajadores contratados va surgiendo de forma cada vez más frecuente.

Ejemplos hay muchos, me he encontrado con problemas de este tipo en multinacionales como Bimbo, con las subcontratas de telefonía (los que vienen a tu casa a instalarte la ADSL o fibra), etc.

No obstante quiero destacar un caso, por lo rebuscado que este es, en concreto los autónomos que ejercen como comerciales para El Pozo Alimentación. Aquí hablamos de unos señores que trabajan en exclusiva para una empresa, con unos contratos mercantiles, que se dedican a intentar vender los productos de la empresa en una zona que se les da delimitada y acotada, y donde a unos clientes les dejan venderles unos productos y a otros no, siempre a elección de los jefes, que estos sí, tienen contrato laboral con la empresa grande.

Es decir, que al autónomo lo que le queda es elegir la ruta, si hoy me voy hacia el norte, o hacia el sur, porque todo lo demás está bastante fijado ya en las directrices que les dan. Hasta aquí nada particularmente raro,  de autónomos como esos (que a mi juicio no lo son) está España llena.

La gracia viene ahora, resulta que parece ser que estos señores del Pozo Alimentación (la prensa escrita habla del imperio del Pozo, lo que ya da un poco de miedo) han descubierto un sistema infalible de no perder dinero en tiempos de crisis. Como suele pasar con estos sistemas infalibles, la técnica es más bien sencilla, en caso de que el cliente no pague, ni haya seguro que lo cubra, el comercial asume la deuda, así de fácil, y así de injusto.

Y es injusto, porque el gran beneficio financiero no se lo lleva el autónomo comercial, como dictan las buenas normas de la economía. Si esto fuera así no habría nada que decir, a grandes riesgos grandes beneficios, o al menos eso venden los economistas. En este caso el gran beneficio se lo está llevando la empresa (el mencionado imperio), pero el riesgo lo asume el autónomo. Que además, por si le diera por no pagar o tener el mal gusto de palmarla sin un seguro que lo cubra, está amparado por sendos avales, que en algunos casos son sus propias viviendas o las de sus familiares.

Así que entiendo que estos señores del Pozo Alimentación han descubierto una nueva forma de trabajador pobre añadido a los que ya conocíamos,  que en este caso puede ser un autónomo que ingrese todos los meses una cantidad de dinero decente, pero que le deba a su empresa madre más dinero del que gane en un año.

Soy consciente de que han habido comerciales que han intentado salir de esta situación por la vía judicial, sin conseguir que los jueces transformen sus contratos mercantiles en laborales, y quitarles así el peso de las deudas de encima (deudas de los clientes con El Pozo, así rezan las facturas, no deudas de ellos). Pienso que estos contratos están cerca de la línea donde la legalidad deja de serlo, pero eso solo demuestra que estos señores del imperio tienen mucha pasta para gastársela en abogados, no que sus actuaciones sean comercialmente éticas hacia sus autónomos. De hecho no conozco ninguna otra empresa que actúe de esta forma, afortunadamente.

Por último comentar que todo esto es más sangrante porque por lo demás hablamos de una empresa que tiene buena fama, y por algo será. Que da de comer (me refiero a los salarios de sus trabajadores, no a los jamones que fabrican) a miles de personas, en Murcia y en el resto del territorio nacional, pero sinceramente, en el caso de sus autónomos comerciales, creo que se están pasando tres pueblos

miércoles, 1 de marzo de 2017

SECRETARÍA DEL COMITÉ DE EMPRESA

El ayuntamiento de Alicante está realizando una obra para crear un carril bici en la Avda. de Elche, debido a ello, el día 16 de febrero En Aludium se mantuvo una reunión con los responsables técnicos del proyecto del Ayuntamiento y la dirección de la Compañía, a dicha reunión acudimos en representación del Comité de Empresa Presidente y Secretario.

Una vez presentado proyecto del carril bici destacamos varias cuestiones que podían afectar negativamente tanto a los trabajadores y trabajadoras de la planta, como a la práctica operativa de esta, el problema principal se producía porque desaparecían los semáforos del acceso a la planta, con lo que tanto en las entradas y salidas de los turnos y jornada fraccionada, como la entrada y salida de camiones se veía muy comprometida.

El ayuntamiento alegaba que la planta estaba ya inmersa en zona urbana, y que por lo tanto al bajar la velocidad de la vía de los actuales 80Km/h a 50 Km/h, los semáforos eran innecesarios.

Tanto la representación de la empresa como la del Comité les transmitimos a los técnicos del ayuntamiento nuestro malestar por dicho proyecto. Nosotros les transmitimos que tomaríamos las medidas oportunas en caso de que viéramos peligrar nuestros puestos de trabajo por la implantación de esa obra, y que pensábamos que el ayuntamiento debía apoyar la industria Alicantina, de la que somos la última gran empresa, y no entorpecer su operatividad.

Con ello concluimos volver a reunirnos posteriormente, una vez que los técnicos revisaran el proyecto para ver si podían incluir las modificaciones que les solicitábamos.

Ayer día 28 de febrero mantuvimos otra reunión, donde se ha presentado una modificación al proyecto donde se respetan los semáforos del acceso a la planta, incluyendo uno nuevo en la salida hacía Elche/Cartagena, que actualmente no tenemos.

No obstante, esta modificación del proyecto debe ser aprobada en los diversos órganos competentes del ayuntamiento de Alicante y de la Diputación, por lo que estaremos muy atentos a que el proyecto final sea este último, que respeta la operativa de la empresa y los derechos de las personas que trabajamos en Aludium.

martes, 24 de enero de 2017

ARTICULO DE OPINIÓN DE ROGELIO GONZÁLEZ

La industria

Hubo un tiempo en el que la provincia tenía la economía bien diversificada. A la fructífera huerta de la Vega Baja y al incipiente turismo de las zonas litorales de las Marinas se sumaba una industria potente repartida entre el Valle de Vinalopó (Elche, Elda, Petrer, Villena), l’Alcoià (Alcoi, Ibi, Onil) y otros focos reseñables como la producción turronera de Xixona. La ciudad de Alicante también disponía de fábricas donde muchos trabajadores desarrollaron su vida y ayudaron a que la urbe creciera de forma considerable.

 Más aún, casos como el de Tabacalera permitieron a la mujer alicantina (entiéndase por alicantina a trabajadoras que provenían también de los municipios colindante)  adquirir unos medios económicos suficientes para comenzar su largo camino hacia la emancipación en una sociedad entonces, y todavía hoy, machista.

De esa imagen de no hace muchas décadas, y tras el cierre y la deslocalización de unas y otras empresas, nos resta la fábrica del metal, la fábrica del aluminio, Endasa, Inespal, Alcoa o Aludium. Como ustedes quieran llamar a esta última gran empresa que ha resistido de forma numantina frente al mar. Ni el urbanismo feroz que Alicante cobijó y que ansió los terrenos que ocupa frente al Mediterráneo pudo con ella y con los trabajadores que pese a sufrir varios  ERES temporales mantienen encendida la luz de esta fábrica año tras año. 

Es por eso que creo que la firma del convenio entre el Comité de empresa, liderado por Marcelino Hernández y la sección sindical de CC.OO, que obtuvo apoyo del 95%  entre la plantilla, y Aludium, fondo de inversión de Atlas Holding, merece ser destacado. 

Un convenio que permite a los trabajadores recuperar, tras varios años de congelación salarial, poder adquisitivo y rejuvenecer la plantilla con nuevos contratos de relevo. Una buena noticia que se suma a la puesta en funcionamiento de un nuevo horno de recocido el pasado mes de octubre y a nuevos frentes de trabajo para esta planta alicantina que sin hacer ruido sigue funcionando con unos trabajadores unidos que practican una solidaridad entre ellos que ya le gustaría a muchos de los que van dando lecciones por platós de televisión. Solidaridad en la lucha y en los peores momentos como fue el de fallecimiento de Mari Carmen el 19 de  octubre de 2015, y que ha convertido a esta planta en la industria de la ciudad de Alicante.



http://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/alicante/2017/01/23/5884dff646163f70518b4672.html