Huelga de los
trabajadores de la Basura:
Cuando se produce una situación de huelga
legal, como la que ocupa estos días al colectivo de barrenderos y recogida de
basuras de la ciudad de Alicante, siempre se dan circunstancias peculiares, que
probablemente rocen la ilegalidad.
Y no me estoy refiriendo como podría ser
habitual en otros tiempos a la actuación del piquete de huelga, que hasta la
fecha está teniendo una actuación ejemplar. Más bien podríamos hablar de la
necesidad de que cada camión que sale por las noches en los tremendamente
abusivos (a mi juicio, y espero que dentro de poco también al de la justicia)
servicios mínimos del 50%, vaya acompañado por un coche patrulla de la policía
local.
Desde el mundo sindical, siempre se nos ha
dicho que la actuación policial queda fuera del mundo laboral. Uno puede llamar
a la policía cuando tiene un conflicto con su empresa, porque no le pagan, por
ejemplo si no le pagan la nómina de ese mes, pero estos no acudirán en su
auxilio, ya que por lo visto está fuera de sus funciones. Pero parece que el
ayuntamiento de Alicante se ha inventado una forma de que los policías locales
se transformen en supervisores de los trabajadores de la limpieza viaria.
Imagino que la excusa que pone el
ayuntamiento debe ser la seguridad, concepto que solo debe ser importante en
días de huelga, porque en el normal desarrollo de su trabajo nocturno, el
servicio de recogida de basuras no suele ir acompañado de vehículos patrulla, así
que queramos o no nos encontramos con un derroche de los escuálidos fondos
municipales en una actitud por parte del ayuntamiento que mi se me antoja un
tanto “cortijera”.
Ahora, según rumores, parece que a la propia
policía local le ha parecido inadecuada esta forma de actuar, y han puesto
pegas a sus jefes municipales para seguir haciéndolo. Pero parece ser que desde
el ayuntamiento se han buscado otra
forma de hacerlo, ahora un vehículo de atención urbana persigue a los de
la contrata de limpieza, vigilando si recogen o no las papeleras. Es decir,
tenemos trabajando y pagando a unos trabajadores de la contrata municipal,
seguida de cerca por funcionarios convertidos en algo así como piquetes
patronales. ¿Qué gasto añadido representa este acoso a los trabajadores de los
servicios mínimos a cargo de las arcas municipales? Otra cuestión sería ver
vehículos de atención urbana verificando el estado de recogida de basuras,
papeleras, limpieza de suelos, etc. Pero lo que hacen es perseguir a
trabajadores a ver si trabajan o no, función que deberían hacer los jefes y
procedimientos habituales de la UTE de la limpieza, no los funcionarios del
ayuntamiento.
Es comprensible que un gobierno municipal del
PP sea poco tolerante con un colectivo de trabajadores en huelga, no les va con
el perfil hacer lo contrario, pero esta situación, en mi iletrada opinión, debe
andar cerca de ser ilegal, y cuanto menos a mi juicio es claramente inmoral.
Secretario General de la Federación de Industria
de CCOO de las comarcas del Sur.
Juan José Pastor Mira.